RODRIGO HERRERA. La Ruta de Los Artesanos.
El cerro es la raíz de su oficio. Gran parte de su aprendizaje fue de manera autodidacta. Comenzó observando el trabajo de otros artesanos en las canteras de Pelequén, y a los 13 años, junto a su hermano, empezó a trabajar haciendo adoquines. Después pasó a ser un integrante más de los talleres de la carretera Panamericana, donde perfeccionó sus técnicas y se pulió en el arte de la piedra. Así ha sido el itinerario histórico de Rodrigo, para quien la piedra lo es todo, su manera de expresarse y el trabajo que le da sustento a su familia. Esculpe con pasión, reflejada en cada golpe, en cada encuentro con el material, así como en el resultado de su labor, sus obras. Rodrigo domina la fuerza de la piedra, que, tras miles de años sumergida en las profundidades de la tierra, portando los secretos de la naturaleza, es extraída para encontrar la luz y, en sus manos, uno nuevo significado.
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